Estarás de acuerdo que viajar es estupendo, a muchos nos encanta conocer lugares y gente nueva, ahora imagina lo que le representa a un adolescente: viajar les aporta oportunidades para desarrollarse social y emocionalmente, además les genera una nueva actitud ante la vida y hacia los demás.
Un estudiante de secundaria de por sí ya está viviendo una etapa muy importante en su vida, está construyendo recuerdos, y tal vez hasta amistades que durarán para siempre, que mejor que aprovechar para reforzar esta etapa con experiencias positivas a través de los viajes.
Los viajes para estudiantes otorgan conocimientos importantes prácticos que van desde aprender a hacer una maleta, subir a un avión o saber moverse en entornos nuevos.
Pero los viajes son mucho más enriquecedores de lo que podemos imaginar, pues cuando se viaja desde temprana edad se aprende a respetar a los demás, a ser tolerantes y de mente abierta, además promueve las ganas de conocer.
Se ha observado que un adolescente que viaja se adapta más fácilmente a los cambios y está familiarizado con la toma de decisiones, ya que generalmente tiene que encontrar soluciones a los problemas que vayan surgiendo.
Ahora, veamos que otros beneficios traen los viajes para estudiantes 📝:
Conocer nuevas realidades, nuevas culturas, nuevos idiomas, diferentes maneras de vivir y de hacer las cosas. Ver cómo viven otras personas y conocer otras culturas les permite a los chicos pensar de manera diferente sobre su propia vida.
Viajar también sirve para aumentar la capacidad de observación, que incentivará a los niños a adoptar un papel más crítico y reflexivo ante la vida.
La investigación ha demostrado que los viajes favorecen el desarrollo académico.
Salir de la zona de confort, los viajes presentan oportunidades para que los chicos vean de lo que son capaces de lograr por ellos mismos.
Viajar lejos de la comodidad de entornos familiares es difícil, pero la separación temporal del hogar provoca reflexiones sobre ideas preconcebidas: les desafiará a abrir la mente con respecto a la comida, los amigos, las necesidades básicas, entre otras cosas, a la vez les permitirá darse cuenta de lo que extrañan y valorar lo que tienen en casa.
No hay nada como los viajes con compañeros del cole: las anécdotas, la complicidad, y la simple la emoción de saber que vienen risas y locuras genera emociones positivas y momentos de felicidad.
En la Apostólica promovemos los viajes para que nuestros estudiantes tengan oportunidad de compartir experiencias y situaciones que, de otra manera, no se hubiesen vivido, por eso es común que también resulten nuevos lazos de amistad y posibilidades de conocer mejor a otros compañeros.
El objetivo siempre será aprender y divertirse mucho .
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